El alumnado de 4º de ESO ha tenido el privilegio de embarcarse en un crucero por el Mediterráneo, del 18 al 24 de marzo, visitando las magníficas ciudades de Nápoles, Roma, Génova y Marsella. Estas aventuras marítimas representan mucho más que un mero viaje; constituyen un merecido premio para conmemorar el fin de una etapa llena de aprendizaje y diversión. Son innumerables las vivencias y anécdotas vividas, pero también todo el bagaje de enriquecimiento que durante estos años los han estado formando.

Durante estos días, las emociones han estado a flor de piel, no solo por compartir vivencias únicas con compañeros y profesores, sino también por descubrir tesoros culturales que llevan viendo durante mucho tiempo en fotografías y estudiando en los libros de historia y arte.

Con el horizonte cercano de un nuevo capítulo escolar, se abre ante ellos el desafío de tomar decisiones sobre su futuro más inmediato. Decidir si continuar en el mismo camino siguiendo con nosotros o aventurarse en nuevos senderos es una reflexión que cada uno deberá abordar con confianza. En este dilema, deseamos que elijan con certeza, sabiendo que cualquier elección que hagan será la correcta, pues confiamos en su capacidad para trazar su propio destino.